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Nuevo año para un Poema
La ventolera del tiempo echa abajo la puerta de un nuevo año.
Súbitamente nos hallamos a la intemperie. Enrarecido el aire.
Bajo sol quemante.
Vamos quedando de cara a la continuidad de los hechos flagrantes
donde podríamos mirarnos como en un espejo,
y decirnos: esto hemos llegado a ser.
Los casquetes polares se funden lenta pero rápidamente
─y nosotros, entretanto, ¿qué hemos hecho?─.
Ni hablar, sobre el planeta llamado tierra
siguen muriendo de hambre millones de niños
─y nosotros, entretanto, ¿qué hemos hecho?─
Además, la guerra continúa siendo un excelente negocio…
─y nosotros, entretanto, ¿qué hemos hecho?─.
Y en las cercanías, acá mismo, al alcance de nuestras manos,
tuvimos dolor alegría pero dolor y alegría y dolor.
Es la vida.
La ventolera del tiempo nos da en la cara y estamos a la intemperie
lejanos e interpelados solitarios
─¿solitarios?─
en un planeta llamado Tierra.
Pero aún hay segundos por delante, manos para tender,
ánimo para inventar, ilusiones para no perder.
Hay sólo una salida… ir demasiado lejos
como en una marea humana
cual niños niñas mujeres hombres
nietas bisnietas.
Año para un poema donde la tristeza
sea cercada por la alegría;
paraje donde estén aquellos que creímos ya no estaban.
Poema para un año donde la esperanza deje de ser espera.
¿Tendrá acaso resaca lo venidero, oleaje,
espuma larga al filo de la rompiente mundial?
Pasa el tiempo… ¿Pasa el tiempo?
¿O estamos inmóviles y congelados en la visión de los mismos hechos
una vez y otra vez y otra?
Pero súbitamente hemos llegado a la encrucijada,
aquí, en la frontera sin nombre de los ritos,
celebraciones, duelos, melancolías,
indecisiones, certezas.
La ventolera del tiempo echa abajo la puerta de un nuevo año
y el paisaje que veremos ya se dibuja en nuestros ojos.
Es la hora,
todo está en nuestras manos.
* * * * * * * * *
Renard Betancourt
(colaborador involuntario)
1 comment
Querido Poeta
Tu poema es triste. Un gran reclamo, sin embarto hermoso porque quiere rescatar la esperanza y la fuerza para que emprendamos el camino, el largo camino que aún nos queda por hacer, para el logro de pequeños avances. Es el destino de la humanidad, mientras unos destruyen, los mas poderosos, los mas sencillos deseamos borrar las huellas de la destruccion y reponer o inventar sueños como la paz, la justicia, la hermandad, la felicidad, la dignidad y el amor, en fin todo aquello que valoramos como inherente a la vida.
Hoy muchos de los mas sencillos estamos intentando no ser asrrasados en el ambito laboral, ecologico, social, organizacional,comunicacional,fraternal y todos ellos en donde esten son las grandes reservas de esperanzas que nos quedan para seguir adelante sin transar.
Un abrazo