“Chile no se rinde!!!”. Así se tituló el concierto que “Sol y Lluvia” (con Amaro Labra a la cabeza) ofreció en el gimnasio La Tortuga de Talcahuano este viernes 12 de noviembre. Empero las actividades de Amaro comenzaron antes, una de ellas fue la visita a la radio Lorenzo Arenas de Concepción el jueves previo al concierto; con humildad y convicción se entregó a una conversación que indagó en los orígenes y perspectivas de Sol y Lluvia. Se destacó el hecho que la música de este grupo constituyó la banda sonora de las generaciones que vivieron el golpe de estado en su niñez y padecieron la dictadura en su juventud y lucharon contra ella, constituyéndose, de este modo, en un signo identitario. Pero no s´lo eso, esta música a traspasado esa generación y se ha vuelto transversal, intergeneracional, algo que prioriza la convocatoria al concierto imprimiéndole un carácter familiar, promoviendo la gratuidad de la entrada para lo(as) niño(a)s: Aparte de un recorrido histórico desde el origen del grupo, a partir de un taller de serigrafía y la inquietud artística y política, hasta las propuestas más actuales, donde destaca este recital en Talcahuano que no es azar sino una opción (como todas sus decisiones, por lo demás), el puerto fue duramente golpeado por el terremoto del 27F y ha devenido símbolo de la inoperancia gubernamental en términos de estrategias de reconstrucción. La visita a esta Radio Comunitaria, tampoco fue fortuita, sino que buscaba relevar este estilo comunicacional como un símbolo político de alternativa real frente a la homogeneidad discursiva del poder. En suma, esta visita y encuentro derivó en una conversación franca, distendida, alegre y reconfortante, aunque suene cursi “por más oscura que sea la noche, siempre llegará el alba”, Chile no se rinde!!!
Estuvimos en el concierto, honestamente esperábamos más público, sin embargo las alrededor de mil personas asistentes disfrutamos a concho un recital plagado de los éxitos que acompañaban las marchas y barricadas y suspiramos con aquellos temas más reflexivos; nostalgia y esperanza se dieron cita en un encuentro en que pudimos reencontrar rostros –con algunos o varios años más- la mayoría llegamos en locomoción colectiva, estábamos los que nunca hemos sentido al poder como algo deseable, en cierta forma “perdedores” frente a un sistema que predica el exitismo, fue un reencuentro entre personas que, contra toda evidencia, mantienen la esperanza, catalizada con la música de Sol y Lluvia que fue marco y horizonte en que inscribimos esa esperanza.
Una de las críticas recurrentes que se le hizo a Sol y Lluvia decía relación con lo estrictamente musical, a su música se le tachaba de “básica”, se valoraban las letras de las canciones pero se hacía hincapié en la simpleza musical, la pobreza instrumental; empero, en este recital, Amaro Labra (rostro y voz de Sol y Lluvia), se acompaño de ocho destacados músicos, bronces acompañaron la instrumentalización más tradicional de quenas, charangos y guitarras que le otorgaron una sutileza y amplitud musical mayor, es decir, estuvimos frente a un Sol y Lluvia maduro y crecido en un recital que implicó disfrute y contenido.
En otro lugar de la comuna, el mismo día y a similar hora, se presentó el cantante de recocidos tropicales Américo; nosotros fuimos a compartir con Sol y Lluvia.
Desde Talcahuano: Sol y Lluvia, Rebeldía y Consecuencia
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